COP 21, a tres años de la Cumbre del Clima de París
Las expectativas generadas entorno a la Convención de la ONU sobre cambio climático efectuada en París en diciembre del 2015; parecen no haberse desarrollado satisfactoriamente. Muchos han sido los acontecimientos posteriores que indican que hay más retórica que acciones contundentes y firmes en algunos países que suscribieron el acuerdo.
El acuerdo de París alcanzado el 12 de diciembre de 2015 y se comenzó a suscribir el 22 de abril de 2016 para la celebración del Día de la Tierra. Para diciembre de ese año, los países que representan más del 55% de las emisiones de gases con efecto invernadero habían suscrito el acuerdo; con lo cual entraba en vigencia.
El acuerdo logrado en la XXI Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21); contó con el consenso de los 195 países que participaron.
¿ Qué contiene el acuerdo asumido en la COP 21 de París ?
Desde entonces se han desarrollado una serie de acciones y se han tomado medidas concretas para que en todos los países se genere la debida conciencia sobre los problemas ambientales que confronta el planeta y establezcan programas como las reformas integrales a los edificios y la introducción de tecnologías limpias.
El objetivo definido por el acuerdo de París dice textualmente: "reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio
climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos
por erradicar la pobreza"; y diseñó 3 estrategias o acciones fundamentales para lograrlo:
- Evitar que el aumento de temperatura fuese superior a 1,5 °C con respecto a los niveles que se tenían antes de la era industrial.
- Incrementar la capacidad para adaptarse a los cambios del clima; promoviendo un desarrollo económico con disminución de gases con efecto invernadero. Todo esto sin afectar de forma negativa a la producción de alimentos para la población.
- Aumentar el flujo financiero para conseguir que la población se pueda recuperar rápidamente a las variaciones climáticas.
Sin embargo, pese al consenso logrado en el 2015, existió una fragilidad que ha permitido que algunas naciones se retiren del acuerdo; la no existencia de un verdadero compromiso y el no establecimiento de mecanismos para forzar a los países a cumplir con las metas, amenaza con convertir el acuerdo en simple letra muerta.
Compromiso simplemente retórico o acción verdaderamente eficiente
Para el año 2017, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump anuncia que, se retira formalmente del acuerdo y motiva tal decisión en no poner en riesgo la economía de su país. Estas declaraciones de Trump causan revuelo ya que éste país es el segundo productor de gases de invernadero, solamente superado por China.
Afortunadamente no se producen más deserciones y en diciembre de ese mismo año, el presidente de Francia Emmanuel Macron se pone al frente de un conjunto de empresarios, muchos norteamericanos, y trata de dar un reimpulso firme a las decisiones del 2015.
Dijo el presidente Macron frente a decenas de empresarios y jefes de estado: "Estamos perdiendo la batalla", como un llamado fuerte de atención sobre la situación en el aumento global de temperatura; esto ha hecho reaccionar a muchos industriales que; saltándose aspectos diplomáticos, enfocaron su atención en políticas de inversión y mercado para continuar el desarrollo pero con tecnologías de avanzada para combatir el calentamiento global.
El presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim, un estadounidense de origen surcoreano, expresó la necesidad de que los inversionistas y los entes financieros comprendan que ganar dinero y hacer algo útil para la humanidad, no son conceptos excluyentes.
Esta reunión de París 2017, fue previa a la COP 23 a celebrarse en Bonn, Alemania y en la cual se tomó la firme decisión de retomar con vigor lo pautado en el acuerdo de París 2015, esta vez sin contar con los Estados Unidos.
Han transcurrido 3 años del acuerdo de París, no todo lo definido allí se ha ejecutado; pero aún cuando la temperatura sigue aumentando a niveles superiores; sigue viva la esperanza y la voluntad de muchos en producir cambios significativos a nuestra forma de usar la energía.
Esperaremos que prive la sensatez alrededor de las necesidades de todos y no triunfe la posibilidad de solamente hacer dinero sin medir las consecuencias.
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