La fabricación local de muebles de cocina puede reducir la huella de carbono de los productos

 


 

Hoy nos toca hablar sobre una de las profesiones más antiguas de la humanidad. La carpintería y todo lo relacionado con la fabricación de muebles de cocina o útiles del hogar, es uno de los oficios más antiguos.

La era moderna ha cambiado la forma en la que vemos los oficios tradicionales. Después de la Revolución Industrial las herramientas de metal empezaron a cobrar fuerza. En la actualidad la industria y la maquinaria para el mecanizado de todo tipo de piezas, ha creado todo un abanico de máquinas de corte que han revolucionado el sector. Y todo esto en poco menos de 40 años.

La fabricación de muebles de cocina o muebles a medida ha cambiado por completo


 

Ahora nos enfrentamos a la globalización y los costes que se ven repercutidos en la huella de carbono de cualquier producto.

Aún recuerdo cuando era niño, cuando acudí al carpintero del pueblo para que me hiciera con madera una guitarra eléctrica para un disfraz de un festival. La verdad es que esos tiempos ya han pasado y solo en los pueblos más pequeños se conservan estos oficios tradicionales. Hoy en día, algo así es impensable y los productos prefabricados sean de madera o de plástico han desbancado al producto más artesanal.

Lo barato sale caro; hablemos de la huella de carbono y de las ventajas de comprar cocinas fabricadas localmente

La globalización ha cambiado la manera en que se fabrican los muebles de cocina

Aunque la desaparición o merma de algunos de estos oficios tradicionales nos puede parecer en algunos casos un avance, el hecho es que conlleva muchos otros problemas relacionados con la manera en que fabricamos los útiles que necesitamos.

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad es frenar el cambio climático. La producción en masa o centralizada de cualquier tipo de producto obliga a las grandes empresas invertir mucho tiempo y dinero en transporte de materiales y distribución del producto final. El caso de la carpintería y los muebles de madera no está exento de ello. ahora empezamos a hablar de lo que muchos llaman “la huella de carbono”.

La apuesta por el consumo de productos y muebles de fabricación local

Aunque en algunos casos la producción en masa puede repercutir en grandes beneficios, la verdad es que cada vez conlleva más problemas. Hemos tenido que vivir los efectos de una pandemia global para darnos cuenta de que la importación de productos desde el continente asiático no es la mejor manera de afrontar los retos del presente y futuro inmediato.

La verdad es que los costes medioambientales de producir en masa productos en otros continentes u otros países acaba teniendo unos costes que no podemos asumir. Es por ello que es necesario cambiar nuestra mentalidad y apostar por la compra de productos de fabricación local. En el caso de la carpintería o los muebles a medida , podemos caer en el error de pensar que ahorrarnos algunos euros en la compra de un mueble prefabricado es una buena manera de ahorrar. La verdad es que el poco dinero que nos ahorramos en la compra lo vamos a pagar con creces cuando tengamos que afrontar de verdad los costes de intentar frenar el cambio climático.

Apostemos más por el comercio de proximidad y sobre todo por la industria o pequeños productores de fabricación local. El futuro de las nuevas generaciones depende de como afrontamos el presente. Podemos combatir varios frentes y buscar soluciones conjuntas a muchos retos de los que hoy en día nos enfrentamos. El problema de la despoblación qué zonas rurales y el reto de frenar los efectos de la España vaciada. El cambio climático, la huella de carbono, la conservación de oficios tradicionales y una mejor distribución de la riqueza depende de nosotros mismos.

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