Las viviendas, comúnmente se encuentran desprovistas de algún sistema que permita la retención del calor emitido por la calefacción instalada, esto permite que dicho calor se disipe a través de la misma infraestructura de la vivienda y al mismo tiempo genera el aumento del consumo energético del sistema para lograr mantener una temperatura deseable para los usuarios.
Desde hace aproximadamente 20 años, ha habido cierto grado de inquietud sobre el tema y se han establecido maneras de optimizar la conservación de la energía aportada por la calefacción y mejorar la eficiencia del sistema. Pero las viviendas que datan de más edad se encuentran más propensas a presentar la situación desfavorable descrita al comienzo de estas líneas.
Aislamiento térmico del interior.
Existen alternativas distintas para encarar la disipación de la energía térmica y en este material aportaremos los conocimientos básicos sobre una opción que de alguna manera es la más factible ya que depende principalmente de las decisiones de la familia para llevarla a cabo. En Casa ecologica puedes encontrar más información sobre el tema.
La opción a la que nos referimos es la del aislamiento térmico del interior de la vivienda, la cual consiste en la aplicación de materiales con características aislantes, dispuestos por la cara interna de la fachada. Esto evita la intervención exterior de la infraestructura de la casa lo cual podría significar una obra de mayor inversión e incluso podría depender de la aprobación conjunta de vecinos en caso de tratarse de un edificio.
Los métodos son numerosos, y aplicables a paredes, techos o piso, por lo tanto hay que elegir el más ajustado a las necesidades particulares según las características de la vivienda.
Cada construcción presenta condiciones distintas en cuanto a disponibilidad de cámaras de aire con diferentes espesores o ausencia de las mismas, puede haber roturas de los puentes térmicos y también se hace indispensable manejar información sobre las disponibilidades del mercado.
Es importante que solicitemos que personal técnico realice una inspección para que, de manera asertiva haga un diagnóstico de la situación de nuestra vivienda y de ser necesario (por lo general lo es) nos proponga los métodos más adecuados para realizar el aislamiento térmico.
Tipos de aislamiento térmico interno.
Entre los tipos de aislamiento térmico aplicables al interior de la vivienda podemos indicar los más destacados que son:
- Trasdosado autoportante.
- Aislamiento de poliestireno expandido con yeso laminado.
- Aislamiento térmico de fachadas mediante relleno de cámaras de aire.
- Espuma de poliuretano proyectada por el interior.
- Sistema de placas aislantes acabadas con revoco.
El trasdosado autoportante consiste en colocar perfiles metálicos independientes de la estructura de la casa y sobre dichos perfiles se colocan placas de yeso quedando un espacio entre éstas y la pared, el cual se procede a rellenar con lana mineral (insuflar lana de roca). También se utilza la lana de vidrio, ya que viene en formatos más manejables y se puede adecuar a cualquier tipo de superficie.
El aislamiento
de poliestireno expandido con recubrimiento de yeso laminado se
realiza colocando las láminas del poliestireno directamente en la pared,
fijándolas mecánicamente o con ayuda de material adhesivo y luego se reviste
con yeso ya sea en pasta o láminas.
En
los demás tipos de aislamiento, el funcionamiento es similar, cambiando algunos
procedimientos y diferenciándose en los materiales utilizados, el principio
fundamental es el mismo: generar una superficie de acabado separada de la pared
original de manera que se forme un espacio entre las dos estructuras y que
dicho espacio resulte dispuesto con un material que evite la transferencia de
temperatura de un lado a otro.
Materiales
aislantes.
El
material aislante a utilizar puede ser de origen natural, como las lanas, el corcho, cáñamo, la vermiculita,
perlita, entre otros. Estos, siendo de origen animal o mineral se pueden
catalogar como ecológicos ya que son
saludables y respetuosos con el ambiente. Por otro lado tenemos los materiales sintéticos que por su practicidad son de
gran uso también para los mismos fines. Entre éstos tenemos los más comunes
como el poliuretano, poliestireno extruido y expandido en diferentes
presentaciones.
Hay
que mencionar que al aplicar estos métodos, es necesario complementarlo con el
aislamiento de las superficies de techos y pisos, para generar un
comportamiento más eficiente y que además puede verse disminuido el espacio
interno de la vivienda.
Pero
no todo es negativo. Contrarestando lo anterior el resultado puede ser hasta un
50 por ciento de ahorro energético y en un complemento de aislamiento acústico
lo cual genera un real confort en el hogar y una holgura importante en la
factura.
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